Foro Penal sugiere no hablar de reconciliación o transición

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Caracas, 6 de diciembre de 2018. Foro Penal (FP) celebró este miércoles una Asamblea General para presentar la película documental “que se haga justicia”, donde además su director presidente, Alfredo Romero, aprovechó la ocasión para hacer una propuesta al Gobierno y a la oposición: “no hablemos de reconciliación o transición”, como mecanismo para salir de la crisis que atraviesa Venezuela.

“Hablemos de coincidencia en vez de reconciliación; y de Avance en vez de Transición. Reconciliación, significa volver a unir, y la verdad es que es una manipulación política decir que los venezolanos estamos desunidos en cuanto a lo que queremos. Han querido separarnos con discursos ideológicos falsos y caducos colocando a unos en la izquierda y a otros en la derecha. Ese intento de encajarnos en posturas ideológicas manipuladas lo realizan unos pocos que su intención es controlar el poder político en beneficio personal, tal como está ocurriendo en Venezuela. Por ello nuestro llamado es a coincidir, no en posturas ideológicas, sino en el respeto a los Derechos Humanos que no es más que el derecho de todos a calidad de vida, con libertad, salud, alimentación, y el derecho a acceder a las cosas cotidianas como poder comer, obtener medicinas, vivienda y poder manifestar contra las acciones o inacciones ineficientes del gobierno; Hablemos de Avance en lugar de Transición. También todos coincidimos, incluso con el gobierno en que no queremos una transición hacia el pasado. Por el contrario, los venezolanos queremos ir hacia el futuro y avanzar. Por eso debemos hablar de Avance en vez de Transición”, explicó Romero.

En este sentido, aseguró que todos los venezolanos rechazan la represión y a los represores. “Todos aquí en Venezuela estamos claros que la represión no es buena, nadie la quiere. Todos creemos en los derechos humanos. Incluso dentro del gobierno los que respetan los derechos humanos de aquellos pocos represores que ejecutan un ordenan suprimir al pueblo.”, dijo el abogado.

Alfredo Romero alertó que el efecto puerta giratoria con presos políticos se sigue manteniendo para intimidar a todo aquel que piense distinto. “Mientras encarcelan a unos excarcelan a otros, y esas detenciones constantes tienen el objeto de implementar el miedo como fórmula maquiavélica de mantener el poder y controlar la voluntad del ciudadano”. Allí debemos tomar en cuenta a los que se han visto obligados a irse del país por persecución política”.

En la actividad que se llevó a cabo en el teatro Trasnocho en Caracas, y donde además asistieron más de 300 personas incluyendo a los coordinadores de Foro Penal en los estados, defensores activos, representaciones diplomáticas y familiares de las víctimas de represión, Romero recordó que Foro Penal está conformado por más de 5.000 activistas que desde el año 2002 han atendido gratuitamente a más de 10.000 personas.

“Hoy día existen, sin embargo, 288 presos políticos encarcelados. Entre ellos, José Alberto Marulanda, Wiliams Aguado, Yuleima Medina que está muy enferma, Eva Lugo, y así tenemos una cantidad importante de presos políticos que es nuestra función esencial ayudar. Son concretamente 12.949 detenidos políticos que han transitado por la puerta giratoria desde 2014 en Venezuela. Solo 24 tienen condena y menos del 10% ha tenido la oportunidad de que se le desarrolle el debido proceso o al menos la audiencia preliminar”, precisó.

Romero mencionó que la cárcel con mayor cantidad de presos políticos en el país es la militar de Ramo Verde, en el estado Miranda. Mientras, El Helicoide pasó a segundo lugar porque hay hasta ahora 12 detenidos por razones políticas.

Explicó que esta cifra de casi 13.000 representa a las personas que han entrado a la cárcel por dos, tres días, un mes o años. Indicó que estos ciudadanos han sido detenidos porque han manifestado, han emitido mensajes por Twitter u otras formas de protesta. Los dirigentes políticos representan la minoría de los presos políticos.

Durante la Asamblea General, moderada por la actriz Amanda Gutiérrez, se escucharon testimonios de los abogados, pero también el de familiares de presos políticos, tal como Victoria Marulanda, la hija del médico José Alberto Marulanda detenido arbitrariamente y vinculado a un supuesto plan golpista.

“Estoy aquí intentando ser la voz de mi papá, toda la vida me han dicho que conocer a alguien no es un delito, pero en este país sí. Por relacionarse con una capitana de la reserva activa, hoy está preso”, lamentó.  La joven de 19 años, denunció los métodos de tortura que han utilizado las fuerzas de seguridad del Estado contra su padre. “Fue asfixiado con bolsas plásticas, lo dejaron sordo del oído derecho. Mi papá perdió la sensibilidad de las manos y halaron sus uñas con alicates”.

La hija mayor de José Alberto Marulanda. ¨Esta terrible historia no es solo la de mi papá. En Venezuela existen 288 presos políticos y todos tienen nombre y apellido¨.  Sin embargo, hoy todos los venezolanos somos víctimas y es importante hacer escuchar la voz de quienes lo necesitan. Yo sueño con poder abrazar a mi padre”, expresó con lágrimas en los ojos.

Por otra parte, el director vicepresidente de Foro Penal, Gonzalo Himiob Santomé fue el encargado de presentar la película documental que ya fue estrenada en Nueva York y próximamente en España. Aquí se muestra parte de la historia de aquellas personas que han sido víctimas de represión y maltrato de los cuerpos de seguridad del Estado.

“Es un honor presentarles este documental ‘que se haga justicia’, por varias razones. La primera es porque muchas personas se preguntan cómo surgió Foro Penal. Es una historia que les vamos a contar, seguramente de cada uno de ustedes, donde personas normales las sacaron de su zona de confort. Es la historia de personas que cuando vieron lo que la realidad le estaba mostraron decidieron no quedarse de brazos cruzados y hacer algo. Hemos cometido algunos errores es verdad, pero de eso se aprende y se levanta. Sobre todo, en esas audiencias maratónicas que terminan en la madrugada y en las cuales un juez viene y te felicita por la defensa, pero te dice que ‘igual va preso’”, comentó.

La película habla de nuestro trabajo desde 2002 producto del golpe de estado, las detenciones en el 2004 tras el cierre del canal privado RCTV, la represión en los años 2014 y 2017 en Venezuela, entre otros